domingo, 15 de agosto de 2010

Cosa caleta shhhhhhhhh...

- Envidio la vida que tienes, chato.

Son las palabras de Carlitos, las cuales me asombran. ¿Envidia de qué? pienso yo. Últimamente no he hecho algo grandioso o apoteósico para ser envidiable. Tal vez la envidia sea porque soy un master jugando winning eleven en el Play Station 2.

- Tranquilo Carlitos, la próxima te dejo ganar. Respondo.

- No seas payaso, no es por eso. Envidio tu vida, la manera en que vives sin complicarte. Extraño salir con mis patas, gilearme a chica que vea, conocer mujeres, joderlas sin dar explicación a nadie. Quiero tirarme a una flaca sin remordimiento alguno. Dice él.

- Puta webón, con eso me das a entender que soy un puto de mierda que se levanta a flacas y sale a putear. Ya no jodas y pásame otra lata de chela.

Luego de dar un gran sorbo, pasar la amarga bebida fría, y fumar lo poco que quedaba del cigarrillo lucky, vuelve a mi mente las palabras de Carlitos y me hace reír.

- Puta webón, eres un cague de risa para decir eso. Digo yo.

- Nada chato, es verdad. Es bonito tener flaca y todo pero uno siente que a veces se cansa. Sale ese lado cazador. ¿Te has dado cuenta lo buena que está Camila? Puta, si no tuviera flaca ya la estaría trabajando. ¿Y qué me dices Johanna? Webón, me dijo para salir, con ella he tenido mis cosas. Cosas caletas pero de la puta mare. Ahora no puedo hacer nada. Cada vez que quiero agarrarme a alguien me viene el sentimiento de culpa. En cambio tú no tienes ese problema, Chato de mierda tú gileando y yo en angustias. Carajo chato sé que amo a mi flaca pero puta no sé brother.

- Calla webón, tú no la amas. Fácil la quieres demasiado y por eso te sientes culpable. ¿Te quieres agarrar a Camila? Agárratela. ¿Quieres revolcarte con Johanna? Revuélcate con ella. Es tu roche yo no me meto. Contesto.

- No chato, es que es difícil esta situación. Pero sí quiero probar “nuevas carnes”. Dice él.

Luego de terminar el six pack de Cuzqueña, fumarme el último cigarrillo y recibir un guiño de una extraña con flaco, que en mi vida me había pasado y fue gracioso por la cara del sujeto tan enamorado y ella tan… tan… bueno digamos tan provocadora con los extraños; nos retiramos de aquél parque barranquino.

Las palabras del buen, y arrecho, Carlitos daban vueltas en mi cabeza. Es decir, ser soltero es bueno porque efectivamente gileas con quien te venga en gana, sea esta una amiga, recién conocida, una ex del colegio, etc. No hay sentimiento de culpa. Sin embargo, conozco casos de patas que sin palta agarran y hasta mantienen sexo con no precisamente sus enamoradas, sino ajenas a su relación “formal”, es decir que son amigas, exs, amigas de su enamorada o prostitutas (putas).

Ya pasado unos días, en los cuales el tema de Carlitos y su arrechura se me había olvidado por completo, entro al msn y la buena de Rocco (así le dice el FB) me cuenta su historia que no se parece en nada a la de Carlitos, siempre ella tan genial, pero que curiosamente probó un poco de la soltería que poseía hace ya un tiempo atrás y se percató que extraña esa sensación.

Con estas dos historias en la última semana es que empieza mi duda. ¿Qué tanto cohíbe tener enamorada? Es decir, ¿Será mejor mantener mi vida “gileadora”, a la óptica de Carlitos, y disfrutar de cuanta muchachona bonita conozca?

- Carajo Carlitos, las ideas que me metes a la cabeza. Pienso yo.

Bueno, el problema no es lo que uno hace con su vida, es decir, si quiero gilear gileo, si quiero agarrar agarro, si quiero sexo, tengo sexo. El problema esta cuando esos actos tienen consecuencia en otra persona, a la cual una noche le dijiste que querías que fuera tu enamorada, le llevaste chocolates, globos, le dibujaste un sueño plasmado en papel y te enseñó lo magnífico que es verla besarte (Sí, yo no cierro los ojos cuando beso, me gusta mirar cuando la estoy besando).

- Bahhhhh.. es la maldita empatía. El que dijo que era una virtud es porque seguro quería que piensen en él todo el tiempo. Reniego.

En fin… no sufro de esos problemas, propios de un sujeto comprometido formalmente, actualmente. Tal vez eso sí sea envidiable, al menos para el buen y arrecho Carlitos.


Bueno Carlitos, aunque sé que no leerás esto igual tus dudas provocaron este curioso post. Y esta es la canción que te prometí pasarte.

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