martes, 24 de noviembre de 2009

Tratando de olvidar mutuamente

Él es un tipo últimamente decepcionado de las relaciones amorosas y busca su estabilidad emocional. Ella es una chica que vive su vida día a día después de que aquél tipejo, que fue su ex, le hizo mucho daño.

Él se siente frustrado, esta en la época de su conflicto existencial, no sabe lo que quiere no sabe lo que necesita. Ella por el contrario sabe lo que tiene que hacer, sabe cual es su objetivo, sabe que su relación anterior fue desastrosa y debe alejarse, enterrar esa ilusión insana y masoquista.

Era mediodía del mes de Noviembre. El sol esta infernalmente radiante. Él caminaba por los bordes de los jardines como aquél niño que recorre la ciudad de la mano de sus padres, tratando de no pisar las líneas de la vereda para no perder su imaginario juego. Ella caminaba con la mente nublada, usaba su falda negra semi-larga, esa que le encanta a él, su top rosado con una mariposa de estampado en el pecho, su anillo que le regaló su padre cuando cumplió 15 años, sus lentes negros de esos grandes que cubren su mirada tierna y pensativa.

El encuentro casual e inesperado se da. Ella sonríe al verlo, él se conmociona por lo linda que está. Ambos hablan y cuentan sus vidas desde que dejaron de verse.

Él ya no tiene sentimientos ni recuerdos malos hacia ella, él simplemente esta contento de verla, así tal y como la recordaba aunque ahora más preciosa. Ella esta feliz de ver al chico lindo con el que era capaz de gastar todo su saldo, de curioso sentido del humor que siempre le robaba una sonrisa.

La tarde comienza a caer, ella lo invita a su casa como antes; él acepta gustoso aunque algo confuso igual va. Al llegar recordó esos cuadros, sillones y flores. Todo era como antes, menos el sentimiento que ambos tenían, ya que ahora no había ese lazo sentimental que una vez los unió.

En el pasado ella se entregó a quien creyó fue su grande amor y eso es lo que más le duele, ya que esa persona fue un patán que la traicionó. Él por el contrario era casto, su vida amorosa rara vez llegó a consumarse sobre una cama, pero eso estaba a punto de cambiar.

Uno de sus grandes temas de conversación siempre fue la música es así que 
encienden la radio. The killers se hace presente, ése mes estaban de moda porque 
llegaban a Lima. Read my mind empieza a sonar:      
              
 Oh well I don't mind, if you don't mind Cause 
 I don't shine if you don't shine 
 before you go, can you read my mind?
 

Ambos cantan y a la vez se odian porque se perdían el concierto que era ése mismo día. Sin embargo tratan de olvidarlo con un: Are we human or are we denser.

"Es dancer bobo", así ella le dice de cariño. "No no! Es denser", le dice él. Así debatiendo de la letra de la canción comienzan a jugar, comienza el roce, las sonrisas y finalmente se besan.

Ambos saben que no pueden tener una relación sentimental, es más ambos están tratando de olvidarse de una. Sin embargo quieren sentirse queridos nuevamente, quieren expresarse emocionalmente y no pensar en quien los han decepcionado.

Ella estaba excitada, él lo sabía ya que sentía el latir de su corazón al igual que ella sentía como el pecho de él palpitaba como si fuera a explotar. Ella subió encima de él y no dejaba de besarlo. Él la acariciaba, la olía, porque realmente olía delicioso, tomaba su cabello y jugaba extrañamente, sentía sus senos sobre su pecho y sus manos se multiplicaban para recorrer la silueta de su cuerpo.

Tuvieron sexo, el primero para él y extrañamente cargado de sentimiento para ella. Y no hicieron el amor porque ambos saben que no se aman, se quieren sí, pero es un querer extraño. Él se sentía extraño, no podía creerlo ya que lo más cerca que estuvo de un acto sexual fue una porno que circuló por su salón en la secundaria. Ella simplemente lo miraba, parecía buscar el rostro de aquél que creyó iba a ser el amor de su vida. Eso a él no le importó, simplemente la miraba a los ojos como buscando una respuesta al por qué de ese acto. Ambos desnudos, tanto física como sentimentalmente, conversaron se rieron y se abrazaron. Él la volvió a mirar, soltó un: gracias, realmente me hiciste sentir especial hoy. Y la beso con gran sentimiento. Ella se sonrojó y soltó una sonrisa radiante como el sol que vio como se encontraron aquél día.

Él se despidió como un buen amigo, sabía que no volvería a pasar ese encuentro tan sexual que le encantó. Ella simplemente sonreía como quien se despide de un hermano y lo abraza con fuerza.

Al entrar a su casa ella coge su celular, marca raudamente un número que se lo sabe de memoria, espera pacientemente hasta que escucha un: Hola, no sabes como esperaba una llamada tuya, realmente estoy arrepentido y te necesito. Ella sólo atina a decir: Acabo de hacer el amor y ahora sé lo que se siente hacerlo con alguien que no seas tú.

Él prendé un cigarrillo, porque siempre vio en las películas que después de tener sexo se fuma, y eso realmente complementó su satisfacción. Ya era de noche, Él seguía caminando, se sentía extraño, se sentía contento y comienza a tararear la canción que fue el soundtrack de ese mágico momento para él. Regresa a su casa recordando esas escenas, sonríe y piensa: Ahora sé que se siente besar a una chica que no seas tú.



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