martes, 24 de noviembre de 2009

Viejo, desawébame!

Son 7 AM. del sábado 21 de noviembre, suena el insoportable ruido del teléfono. Nadie se digna a contestar es así que me levanto, tengo puesto un short de cuadritos azules, un viejo polo celeste “puma”, arrastro mis pantuflas negras que calientan mis pies friolentos.

- Aló? Sabes que hora es?

- Hola hijo, ya te he dicho que tienes que estar despierto desde temprano. Estoy llegando en 2 horas te espero en el centro. Llevas la laptop tengo que trabajar en algo.

La persona que llama es mi viejo, Dr. Soto como le dicen los demás. Robert como le dice mi madre. Yo simplemente le digo papá.

Ya está bien, en media hora salgo.

Cuelgo y lo primero que hago fue volver a mi cama calientita y abrazar mi almohada. Me pongo a pensar si será bueno contarle el motivo de mi reciente frustración.

Tal vez no lo entienda. Baaaaaaaa.. será lo que debe de ser. Digo.

Me baño, desayuno, despierto a mi hermano, agarro la laptop y me voy al encuentro de mi viejo.

- Hijo donde estás?

- Estoy justo en la esquina

- Ya está bien ahí voy.

Le digo a mi hermano que vea si esta cerca, él al igual que yo no lo vemos desde hace 6 meses. Es triste no tener cerca de una persona tan querida cerca de ti. Al menos para mi, ya que considero a mi padre una de las personas más importantes e influyentes en mi vida. Y sé que también es triste para mi hermano no tenerlo cerca. Bueno esas son cosas con las que debe vivir un hijo de padres divorciados, al menos creo haberlo superado. Eso creo.

Mi viejo aparece, realmente está más viejo, no lo recordaba tan canoso, esta maltratado por el viaje, no esta tan alto como lo recordaba o tal vez he sido yo el que ha crecido.

- Hola hijos, están más grandes. Kevin ya te alcanzó jajaja.

Son las primeras palabras de mi viejo. Demonios tiene razón, mi hermano ya esta de mi altura.

- Jajaja pero yo no tengo tantos granos como él. Digo.

Junto a mi hermano abrazamos y besamos a nuestro viejo. Sí, yo beso a mi viejo. No me parece homosexual hacerlo.

- Pa’ ahora sí ya estas bien tío. Por qué no te pintas el cabello de negro azulado, yo me apunto ah! Habla?

Él sólo ríe. Dicen que me parezco a él. Que soy su retrato de cuando él era joven. Tengo los mismos lentes, la misma sonrisa, el mismo cabello, sólo un poco diferente la nariz. Gracias a Dios!! xD

Vamos en busca de algo para desayunar. Es ahí donde me cuenta como le fue en el viaje, como le va en el trabajo, en fin… como le va en la vida. Y no es que nunca conversemos, porque conversamos casi a diario por teléfono, pero no es lo mismo escucharlo por un frío aparato que tenerlo frente a ti, viendo sus muecas, sonriéndote, viendo como te mira.

- Y como estas tú, hijo? Como te va en el corazón? Ya estas con otra? Espero que no sea forajida. Jajaja

Bueno, así es mi viejo. Le cuento que me siento bien, que estoy actualmente solo, que extraño tener a alguien pero sé que encontraré a alguien.

- No pienses en mujeres en este momento, eres muy joven aún. Cuando tengas tu título de Abogado, tengas un buen trabajo y tengas tu plata vas a ver como te van a llover las mujeres.

Eso la verdad me dio pie para contarle mi frustración. La verdad que tenía miedo de hacerlo. No sabía como iba a reaccionar. Pero fue bueno habérsela dicho.

- Pa’ nunca te aburriste del derecho. Es decir, cuando estabas ya por terminar no pensaste en que si realmente deberías o serías bueno en eso.

Tontamente pensé que me iba a decir que una vez se aburrió pero que lo supo afrontar, que era normal que te aburrieras de tu carrera.

- No, nunca. A mi me gustó siempre y ya vez por eso siempre ando bien. Por qué lo preguntas?

Eso me “frikeo” pero ya había soltado lo que me aquejaba. Le conté que siento que no me gusta mi carrera. Miento, sí me gusta sólo que me desanima ver el nivel paupérrimo de la justicia en éste país. El ver que hay tantos abogados como combis en lima.

- Me aburrí de la carrera. No quiero ser un pobretón más. Quiero ser grande pero siento que hay personas más grandes que yo. Estoy cansado que todo esto se maneje en base de contactos y no en base de conocimientos.

Lo miré con mi cabeza gacha. Tenía miedo de que me sacara en cara lo mucho que gasta en mi, que no haya elegido algo que me haga sentir pleno.

- No te preocupes hijo. Lo que necesitas es ver el lado positivo de lo que haces. A mi, cuantas veces me han jodido. Fui fiscal, juez y ahora abogado. No por el hecho de que regrese a la base quiera decir que no pueda volver a subir. Tienes que ser más vivo. El que sube muy rápido y no tiene conciencia de que al otro día puede caer hasta lo más hondo difícil que se supere. Pero ya me vez, caigo y me levanto. Estoy como un zigzag. Vivo tranquilo, y gano mi plata. Tú no tienes necesidades económicas. No tienes porque pensar en eso. Levanta tu ánimo, yo sé que vas a ser grande.

Esas palabras hasta ahora las recuerdo. La verdad le conté que me atrae la psicología, la estaba viendo entretenida. Pienso que tal vez sea una carrera para mí.

Él sólo me escuchaba, hacía que me desahogue, que votara todo lo que tenía dentro. Es que es tan estresante que todo el que te conozca y te vea diga: Hola futuro abogado, doctor, espero que no seas chueco. Cuando justamente no sabes si realmente quieres ser eso.

- Te entiendo hijo, la verdad haz lo que creas mejor. Piensa bien las cosas, sabes que te voy a apoyar.

Lo que escuchaba no lo creía, es decir yo quería un regaño, yo quería un: Qué carajo estas pensando! Ya te falta poco!. Quería que mi viejo me “desawebe”. Es que si mi hijo viene y me dijera que quiere cambiarse de carrera yo lo desawebo en “one” como dice mi pata. Pero mi viejo no estaba haciendo eso. Él me estaba dando la oportunidad de volver a empezar desde cero con tal de que no me sienta frustrado.

Pasaron los dos días, es decir sábado y domingo. Él siempre se queda por ese corto lapso de tiempo. Fueron días increíbles. Fotos familiares, reuniones esperadas, recuerdos al miembro Soto que se fue, promesas de volver más seguido, en fin… Fue una semana como las de antes cuando mi viejo solía venir cada mes o dos meses.

Cuando se fue lo abracé nuevamente, le hice prometer que vendría más seguido, que me dejara tareas como hacer demandas o escritos. Él nos acompañó a tomar nuestro carro. Yo veía como se iba, siempre tengo esa imagen de él. Ésa imagen en la que se va. Quisiera tener más imágenes de cuando viene, pero sé que no es posible. Sin embargo disfruto verlo caminar, disfruto ver como se despide, como nos dice que nos cuidemos y que nos quiere.

Ya al día siguiente, siendo las 7 am vuelve a sonar el maldito teléfono. Me levanto esta vez con mi short de cuadritos negros y mi polo viejo del mismo color. Sí, uso ropa vieja para dormir. Busco mis pantuflas negras para calentar mis pies.

- Aló? Sabes que hora es?

- Hola hijo, sabes que tienes que levantarte temprano!

Y así la rutina de mi vida vuelve nuevamente.




*Esta canción cae apelo con mi historia. Se la dedico a mi viejo cuando lo necesito. Help! - The beatles.

Tratando de olvidar mutuamente

Él es un tipo últimamente decepcionado de las relaciones amorosas y busca su estabilidad emocional. Ella es una chica que vive su vida día a día después de que aquél tipejo, que fue su ex, le hizo mucho daño.

Él se siente frustrado, esta en la época de su conflicto existencial, no sabe lo que quiere no sabe lo que necesita. Ella por el contrario sabe lo que tiene que hacer, sabe cual es su objetivo, sabe que su relación anterior fue desastrosa y debe alejarse, enterrar esa ilusión insana y masoquista.

Era mediodía del mes de Noviembre. El sol esta infernalmente radiante. Él caminaba por los bordes de los jardines como aquél niño que recorre la ciudad de la mano de sus padres, tratando de no pisar las líneas de la vereda para no perder su imaginario juego. Ella caminaba con la mente nublada, usaba su falda negra semi-larga, esa que le encanta a él, su top rosado con una mariposa de estampado en el pecho, su anillo que le regaló su padre cuando cumplió 15 años, sus lentes negros de esos grandes que cubren su mirada tierna y pensativa.

El encuentro casual e inesperado se da. Ella sonríe al verlo, él se conmociona por lo linda que está. Ambos hablan y cuentan sus vidas desde que dejaron de verse.

Él ya no tiene sentimientos ni recuerdos malos hacia ella, él simplemente esta contento de verla, así tal y como la recordaba aunque ahora más preciosa. Ella esta feliz de ver al chico lindo con el que era capaz de gastar todo su saldo, de curioso sentido del humor que siempre le robaba una sonrisa.

La tarde comienza a caer, ella lo invita a su casa como antes; él acepta gustoso aunque algo confuso igual va. Al llegar recordó esos cuadros, sillones y flores. Todo era como antes, menos el sentimiento que ambos tenían, ya que ahora no había ese lazo sentimental que una vez los unió.

En el pasado ella se entregó a quien creyó fue su grande amor y eso es lo que más le duele, ya que esa persona fue un patán que la traicionó. Él por el contrario era casto, su vida amorosa rara vez llegó a consumarse sobre una cama, pero eso estaba a punto de cambiar.

Uno de sus grandes temas de conversación siempre fue la música es así que 
encienden la radio. The killers se hace presente, ése mes estaban de moda porque 
llegaban a Lima. Read my mind empieza a sonar:      
              
 Oh well I don't mind, if you don't mind Cause 
 I don't shine if you don't shine 
 before you go, can you read my mind?
 

Ambos cantan y a la vez se odian porque se perdían el concierto que era ése mismo día. Sin embargo tratan de olvidarlo con un: Are we human or are we denser.

"Es dancer bobo", así ella le dice de cariño. "No no! Es denser", le dice él. Así debatiendo de la letra de la canción comienzan a jugar, comienza el roce, las sonrisas y finalmente se besan.

Ambos saben que no pueden tener una relación sentimental, es más ambos están tratando de olvidarse de una. Sin embargo quieren sentirse queridos nuevamente, quieren expresarse emocionalmente y no pensar en quien los han decepcionado.

Ella estaba excitada, él lo sabía ya que sentía el latir de su corazón al igual que ella sentía como el pecho de él palpitaba como si fuera a explotar. Ella subió encima de él y no dejaba de besarlo. Él la acariciaba, la olía, porque realmente olía delicioso, tomaba su cabello y jugaba extrañamente, sentía sus senos sobre su pecho y sus manos se multiplicaban para recorrer la silueta de su cuerpo.

Tuvieron sexo, el primero para él y extrañamente cargado de sentimiento para ella. Y no hicieron el amor porque ambos saben que no se aman, se quieren sí, pero es un querer extraño. Él se sentía extraño, no podía creerlo ya que lo más cerca que estuvo de un acto sexual fue una porno que circuló por su salón en la secundaria. Ella simplemente lo miraba, parecía buscar el rostro de aquél que creyó iba a ser el amor de su vida. Eso a él no le importó, simplemente la miraba a los ojos como buscando una respuesta al por qué de ese acto. Ambos desnudos, tanto física como sentimentalmente, conversaron se rieron y se abrazaron. Él la volvió a mirar, soltó un: gracias, realmente me hiciste sentir especial hoy. Y la beso con gran sentimiento. Ella se sonrojó y soltó una sonrisa radiante como el sol que vio como se encontraron aquél día.

Él se despidió como un buen amigo, sabía que no volvería a pasar ese encuentro tan sexual que le encantó. Ella simplemente sonreía como quien se despide de un hermano y lo abraza con fuerza.

Al entrar a su casa ella coge su celular, marca raudamente un número que se lo sabe de memoria, espera pacientemente hasta que escucha un: Hola, no sabes como esperaba una llamada tuya, realmente estoy arrepentido y te necesito. Ella sólo atina a decir: Acabo de hacer el amor y ahora sé lo que se siente hacerlo con alguien que no seas tú.

Él prendé un cigarrillo, porque siempre vio en las películas que después de tener sexo se fuma, y eso realmente complementó su satisfacción. Ya era de noche, Él seguía caminando, se sentía extraño, se sentía contento y comienza a tararear la canción que fue el soundtrack de ese mágico momento para él. Regresa a su casa recordando esas escenas, sonríe y piensa: Ahora sé que se siente besar a una chica que no seas tú.